“Somos el Pueblo”

Abstract

Amidst the tumultuous echoes of “No somos oposición, somos el pueblo”, resonating across Nicaragua’s streets during the April 2018 protests, a nation grappled with a crisis of identity and governance. What began as a grassroots outcry against perceived injustices quickly burgeoned into a nationwide upheaval, triggering a state of emergency that lasted for months, marking the gravest challenge since the Contra War era. At the heart of this crisis lies a clash between the self-proclaimed “Unidad Nacional Azul y Blanco”, dressed in national colors, aiming to free the “patria” from a repressive regime, and, on the other side, the Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), which came into power through the 1979 revolution in the name of national sovereignty. This paper analyzes the strategic use of nationalism in shaping the crisis discourse, drawing on the works of Hobsbawm, Smith, and Anderson. It examines how both factions compete to mold the narrative of an authentic “people” through the appropriation of narratives, symbols, and historical figures, as well as the mechanisms employed to embed the national imaginario within the collective consciousness. In doing so, it delineates nuanced typologies of nationalist fervor and their interplay, revealing the complex web of actors navigating the terrain of allegiances and antagonisms. Finally, the paper will assess the movement’s resilience and current status in 2024, providing insights into its lasting impact on Nicaraguan society.

En medio de los tumultuosos ecos de “No somos oposición, somos el pueblo”, resonando por las calles de Nicaragua durante las protestas de abril de 2018, una nación luchaba con una crisis de identidad y gobernanza. Lo que comenzó como un clamor popular contra injusticias percibidas rápidamente se convirtió en una convulsión nacional, desencadenando un estado de emergencia que duró meses, marcando el desafío más grave desde la era de la Guerra Contra. En el corazón de esta crisis yace un choque entre la autoproclamada “Unidad Nacional Azul y Blanco”, vestida con los colores nacionales, con el objetivo de liberar la “patria” de un régimen represivo, y, por otro lado, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que llegó al poder mediante la revolución de 1979 en nombre de la soberanía nacional. Este documento analiza el uso estratégico del nacionalismo en la configuración del discurso de crisis, basándose en los trabajos de Hobsbawm, Smith y Anderson. Examina cómo ambas facciones compiten para moldear la narrativa de un “pueblo” auténtico a través de la apropiación de narrativas, símbolos y figuras históricas, así como los mecanismos empleados para incrustar el imaginario nacional en la conciencia colectiva. Al hacerlo, delinea tipologías matizadas de fervor nacionalista y su interacción, revelando la compleja red de actores que navegan por el terreno de las lealtades y antagonismos. Finalmente, el documento evaluará la resiliencia del movimiento y su estado actual en 2024, ofreciendo perspectivas sobre su impacto duradero en la sociedad nicaragüense.